Tourbillon Cardan

El Tourbillon Cardan está diseñado para alcanzar nuevas cotas de precisión cronométrica. Combina tres principios. El primero es el tourbillon. Este mecanismo patentado por Abraham-Louis Breguet en 1801 fue diseñado para compensar las diferencias de cadencia en posiciones verticales. Para Greubel Forsey, no era el final, sino el principio.

Mientras que la mayoría de tourbillones completan una revolución en 60 segundos, el tourbillon de nuestra octava Invención Fundamental es cuatro veces más rápido: solo 16 segundos, lo que lo convierte en el tourbillon más rápido de Greubel Forsey. Recorre más posiciones en menos tiempo y, por tanto, ofrece un rendimiento medio superior.

Además, este tourbillon incorpora por primera vez el gran volante diseñado, desarrollado y fabricado internamente por Greubel Forsey. Este volante aprovecha el equilibrio ejemplar de sus masas, su gran tamaño (12,6 mm) y sus oscilaciones optimizadas. Su elevada inercia también lo hace menos sensible a los choques y a las variaciones de velocidad.

Segundo principio: el ángulo de 30°. El tourbillon, tal y como se concibió hace más de dos siglos, se diseñó para relojes de bolsillo de uso vertical. En el caso de los relojes de pulsera, era necesario replantear totalmente el diseño del tourbillon, optimizándolo para las posiciones que se adoptan en la vida cotidiana del siglo XXI.

Tercer principio: este tourbillon de alta velocidad de 30° se guía por dos anillos móviles conectados por dos ejes de 90°. En 48 segundos, estos anillos se inclinan hacia delante y hacia atrás. Esta concepción podría recordar a los cardanes, pero es muy diferente de uno tradicional en el que los dos anillos se mueven libremente y su objetivo es mantener el objeto que contienen en posición horizontal. En el Tourbillon Cardan, la inclinación de los anillos está regulada (rango de +30° a -30°), mientras que el grado de inclinación del tourbillon es constante (también 30°) y nunca varía, lo que ofrece una mejor relación entre velocidad angular y rendimiento cronométrico.

El Tourbillon Cardan cuenta con cuatro barriletes. Se trata de una construcción extraordinaria en Greubel Forsey (producida en una sola ocasión en 20 años). Estos barriletes están apilados coaxialmente, con un muelle real deslizante para evitar una tensión excesiva a la hora de dar cuerda al reloj. Ofrecen una reserva de marcha cronométrica de 80 horas. Superadas esas horas, el reloj sigue funcionando correctamente, pero es posible que no se ajuste a las rigurosas especificaciones de precisión de Greubel Forsey.

Como el tourbillon no puede sujetarse mediante un puente superior fijo, esta función la realizan dos anillos de cardán arqueados. Al alejarse de la construcción tradicional, la octava Invención Fundamental de Greubel Forsey ha creado un nuevo tipo de tourbillon, original y patentado, de apariencia volante. Una construcción aparentemente compleja, pero con un número muy reducido de componentes, que ofrece una estética abierta y diáfana y permite admirar el mecanismo en movimiento.